sobre mí

Desde La Urz, un pequeño pueblo de la provincia de León, llevo años dedicando mi vida a la apicultura y al cuidado de las colmenas. 

Mi día a día transcurre entre la naturaleza y mis abejas: las cuido, las observo y aprendo de ellas constantemente. Me encargo de todo el proceso: desde la cría de las abejas, la recolección del néctar, la extracción artesanal de la miel, hasta el envasado y el etiquetado. Así, garantizo que cada tarro de Miel Joselón conserve toda su pureza y sabor, sin artificios ni mezclas.

La apicultura, más allá de ser mi oficio, es también una forma de contribuir a la protección de las abejas y a la conservación de la biodiversidad en mi entorno. Producir miel sana y natural ayuda a quienes buscan alimentos auténticos y de confianza, al mismo tiempo que aporta un granito de arena al equilibrio ecológico del medio rural.

Empecé en este mundo desde muy pequeño, ayudando a conocidos y enamorándome del arte de la apicultura. Poco a poco fui aprendiendo y, con el tiempo, pude contar con mis propias colmenas. Hoy, este trabajo artesanal se ha convertido en mi forma de vida y en el proyecto personal que comparto a través de Miel Joselón.

Lo que más me apasiona es el contacto con el campo, el silencio de las mañanas y la satisfacción de ver cómo, con paciencia y dedicación, se puede ofrecer un alimento tan puro y valioso como la miel. Cada tarro que entrego es fruto de un proceso 100% manual, desde el panal hasta tus manos.

Quienes confían en Miel Joselón valoran la cercanía y la transparencia. Mi mayor logro es contar con clientes que repiten, que recomiendan mi miel y que reconocen el esfuerzo detrás de cada producto. También he tenido el placer de participar en mercados locales, donde mi miel siempre ha sido recibida con cariño.